30 abr 2012

EL PERIODISMO Y LA COLONIZACIÓN CULTURAL

Por: ALEJANDRO CRIVISQUI


Seguimos siendo un país culturalmente colonizado, esto torna a la labor del periodista en militancia y compromiso político en la batalla cultural independentista del Bicentenario.

El silencio o la complicidad intelectual con las estrategias colonialistas convierten al comunicador social en un simple traidor a los intereses nacionales y populares.

Nosotros los hombres y mujeres de la prensa, debemos ayudar desde la pantalla, el micrófono y las letras a forjar una conciencia nacional que defienda la autodeterminación y la soberanía de nuestro pueblo y la de todos los pueblos del mundo.

creo con profunda convicción, que una Nación no puede decirse soberana, sin alcanzar su independencia económica y si no alcanza su independencia económica, jamás alcanzara la justicia social para su pueblo, y si no alcanza la justicia social para su pueblo, no merece ser llamada nación y… si no se llama nación, solo le queda un rotulo: Colonia!

Así solo será una triste colonia y yo no quiero ver a mi país reducido a ser una triste colonia, por eso ejerzo el periodismo con seriedad y compromiso, militante y revolucionario. Y pienso a mi país desde mi país, no dejándome influenciar por los medios nacionales e internacionales sujetos a la colonización mediática y pedagógica

Hoy enfrentamos a un capitalismo en crisis y grupos monopólicos locales que se resisten a sus caídas, pero que finalmente caerán, por que el pueblo se a reencontrado con su historia y espero que lleguemos a tiempo en forjar esa conciencia nacional que soporte toda la investida de los poderosos que nada quieren que cambie y para que el rumbo de la Patria siga siendo mas Soberanía, federalismo, democracia y Justicia Social.

Debemos entender que el capitalismo monopólico es acompañado por su sombra, así como el cuerpo es acompañado por su sombra, la sombra del capitalismo monopólico, es el colonialismo cultural, ejercido y difundido por la prensa vestida de independiente y por los intelectuales cipayos que pusieron sus neuronas al servicio del patrón colonial.

La prensa en un país dependiente mis amigos, tiene solo dos caminos posibles, o es instrumento neocolonial al servicio del imperialismo, de las multinacionales y los monopolios, impidiendo con sus editoriales la formación de una conciencia nacional o es instrumento del pueblo y la nación para su liberación e independencia definitiva.

Hoy la prensa cómplice y cipaya ataca diariamente desde el “Duopolio” Clarín–La Nación cada medida que toma el gobierno nacional en el sentido de su re industrialización y su independencia económica, atacan las medidas de control de las importaciones y la recuperación del petróleo, defendiendo así la soberanía de las empresas extranacionales y de los oxidados imperios primermunditas, antes que a la decisión soberana de nuestro pueblo de recuperar los resortes claves de su economía para lograr su independencia y la felicidad de su pueblo.

Desde el comienzo de nuestra patria ha existido solo dos veredas, la nacional y la anti nacional, el hombre o mujer de prensa de hoy no puede ser neutro e ir por la vida si fijar su posición con honestidad intelectual, no hablo de K o anti K, hablo de algo superior que es la Patria, o estas al servicio de ella o en contra, para ello debes decidir desde donde escribir, hablar y comunicar.

Todo esto cuando era un veinteañero, en la década del 90 ya lo tenia claro, por eso jamás acompañe con un solo renglón a justificar el remate nacional y el genocidio económico vivido en argentina, al contrario escribí en oposición y pagando con la censura, pero si en aquellas circunstancias muy difíciles pude optar, como no hacerlo hoy con un modelo netamente nacional y popular, el que es acompañado por las mayorías y cuenta con la incorporación de la juventud a las filas del compromiso.

Comprender la responsabilidad que tenemos los comunicadores en esta horas patrias es fundamental, pero mas lo es, no solo ser comunicadores, si no sabernos constructores diarios de la conciencia nacional, forjadora de la liberación nacional, la profundización y extensión de las fronteras de la Democracia y la Justicia Social para que estas llegue a cada uno de los integrantes de nuestro pueblo, para así dejar de ser un país culturalmente colonizado.


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